—Papá, cuánta agua!
—No, hijo mío, no es agua, se llama Mar u Océano.
Tú piensas: «Si lo dice mi padre, no es agua, sino Mar u Océano!»
—Papá, cuánta agua!
—No, hijo mío, no es agua, se llama Rio.
Tú piensas: «Si lo dice mi padre, no es agua, sino Rio!»
—Papá, cuánta agua!
—No, hijo mío, y siempre repites lo mismo. No es agua, se llama Cascada.
Tú piensas: «Si lo dice mi padre, no es agua, sino Cascada!» Aunque ayer me dijo que era Rio, o dijo que era Mar, o dijo O sea no?
Como niños, somos ignorantes, desconocemos todo, y cualquier cosa que se nos diga, nos la tomaremos como correcta, aún más si nos dice alguien a quien aprendimos a apreciar.
El problema es que, en vez de aclarar, se vierte más ignorancia en todo, y lo vamos aceptando, debido a qué? Debido a nuestra propia ignorancia. Y la duda nace de la ignorancia. Y vamos también aceptando la duda en nuestras vidas. Y el miedo nace de la duda, que nace de la ignorancia y lo vamos también aceptando en nuestra vida. Así que ayer teníamos agua, y hoy tenemos más ignorancia, más dudas y más miedo.
Y pasan los años y la ignorancia va creciendo, creemos que nuestros pensamientos son verdaderos, tal como los padres creían que sus pensamientos eran verdaderos, y los otros creen lo mismo de los suyos —que son verdaderos.
Se casan, pero los pensamientos no se casan, y ahí viene el divorcio. Uno no acepta que el otro pueda pensar diferente. Has pedido permisión a tu Ego para casarte? El Ego no se casa con nadie, porque ha recibido el amor de uno mismo, y quiere y exige fidelidad. El Ego lucha por ese amor, por el amor que tú mismo le tienes a él y siempre, siempre lo has profesado. Mejor que te divorcies de tu mente, antes de casarte.
Pero nunca, nada está perdido, y acabas cuestionándote: quién soy Yo?
Y cuando enganchas el primer eslabón, es como tirar de la cadena, todo viene a continuación. Comprendes que no eras la Cascada, ni el Mar u Océano, ni el Rio. Eres agua, simplemente. No eres un cuerpo, ni una mente, ni un Ego. Eres simplemente una divinidad!
Recordad: No aceptes como verdad lo que nace de la ignorancia. No aceptes la duda, que nace de la ignorancia. No aceptes el miedo, que nace de la ignorancia. La ignorancia es el padre de todos los males.
- Autor: Luigi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de marzo de 2014 a las 05:55
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, El Hombre de la Rosa, la negra rodriguez, Viento de amor, Winda, Mauro Enrique Lopez Z., santos castro checa
Comentarios5
Muy bello amigo. Cuánta verdad. La ignorancia es enemiga de la felicidad.
Un gusto leerte amigo.
Un fuerte abrazo.
Dios te bendiga.
Kavi
Querido amigo Omar, muchas gracias por tus amables palabras,
un abrazo,
Luigi
Especialmente grata ha sido la lectura de tus geniales letras en prosa estimado poeta y amigo Ideluis...
Saludos de afecto de Críspulo
Querido amigo Crispulo, me alegra tenerte en este nuestro espacio y espero que te estés recuperando cada vez más...
un abrazo,
Luigi
Qué amena lectura, un placer.
Abrazo,
Meri.-
Querida amiga, es siempre un placer tenerte en este espacio comun...
un beso grande,
Luigi
Es genial tu mensaje amigo gracias ,lo compartire.
besos.
Querida amiga, ese es el placer de la vida -compartir,,,muchas gracias por tus palabras,
un beso grande,
Luigi
Totalmente cierto...
Un placer la lectura
Querida amiga, muchas gracias por tus palabras,
un abrazo,
Luigi
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.