Se hizo grande el silencio, una gran pared de nada nos apartó. Una lluvia de dudas mojó mi cara todos los días hasta hoy. Cada noche exprimía mis pensamientos tratando de apartar cualquier información acerca de nosotros. Hay cosas en la vida que no tienen sentido saber, verdaderamente la sabiduría añade tristeza, pero la ignorancia no es la mejor salida cuando ya el alma reclama respuesta y justificar un vacío como este.
¿Qué nos pasó? Busco minuciosamente entre cada línea y rincón de nuestra historia y aun no sé, ni tengo, la mas remota idea acerca nada.
Creo, así solo por suponer, que tal vez dirigirme con respeto hacia usted, su majestad, fue el primer problema. Tratarla como una dama seguro le hacía daño. Debe ser la costumbre a una sociedad machista que exige que el hombre este detrás una mujer con palabras. Yo debo disculparme por actuar en vez de hablar. Pido perdón por pretender hacer las cosas con orden. Por querer hacer todo como Dios quiere que sea. Debo ser sincero y decirle que no me leí el manual de cortejo universal que usan todos los hombres, y no se como conquistar una dama en esta moderna sociedad. Fui un tonto a pensar que de algo iban a servir mis poemas, aun mas, por pretender también hacerla soñar poniendo en la música una canción, exclusivamente hecha para usted. No se si le dije que cada letra la puse pensando profundamente en usted, por dicha para mis huesos y la sangre que circula en mi corazón, no lo hice, así me odiaría mas muy probablemente. Quede claro que no puedo mencionar el sin numero de detalles por los cuales me disculpo, dicho sea de paso, hizo muy usted en deshacerse de mi, justo cuando apenas empezaba a crear miles de ideas diferentes que estoy seguro jamás nunca nadie lo haría por usted, eso hubiera sido peor y le hubiera ofendido mas. Solo estoy suponiendo. Yo me imagino que esa fue la razón. No recuerdo nunca faltarle el respeto, gritarle, agredirla, ofenderla, que se yo. Esas groserías son cosas que debí hacer seguramente para ganarme su corazón. En resumidas cuentas, puedo decirle señorita que todo eso es lo mas que he podido suponer, después de aquí no encuentro otra razón.
Ya no se nada mas. Solo se que me sigue dando el mismo temblor cuando esta frente a mi. Solo sé que a mi baraja le falta una carta. Que aun hay una canción sin terminar, se la debo, pero puedo concluir, que ya no es necesario. Si me permite, con respeto le digo que me faltó mirar un cielo estrellado junto a usted. Gran error hubiera sido, se que mas daño y ofensa hubiera sido. Solo sé que me muerdo los labios del dolor. Solo sé que quedé vacío en algún verso. Sé que me veo tentado a ser un hombre como los demás, pero no puedo, nunca pude ser normal, lo siento. La tentación viene a mi diciéndome que vaya, pero me arriesgo a verdaderamente encontrarla. Solo se que necesitaba disculparme para morir en paz, en el momento que así mi Dios los disponga. Se despide un poeta errante, que nunca tuvo sus letras vivas, una pieza de museo que no logró encajar con sus deseos. Sea usted, por favor, feliz el resto de sus días, y gracias por hacerme feliz el pasado de los míos.
- Autor: El Caballero de la Triste Figura (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de marzo de 2014 a las 15:03
- Categoría: Carta
- Lecturas: 326
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Un hermosa emotiva y extraordinaria carta que alumbra el entendimiento con sus preciadas metaforas de indole personal y filosofico amigo El Caballero de la Triste Figura...
Saludos de amistad de tu amigo Críspulo
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