A Miguel Hernández 28 de marzo
Alejado de tu huerto y de tu higuera
te marchaste fugazmente con el viento,
se quedaron tus abarcas tan desiertas
como el canto de tus versos compañero.
Seguro, que se alegraron todos ellos
al llegar a sus oídos lo ocurrido,
una grata sensación de regocijo
excitaba, a tan feroces enemigos.
Una marcha fúnebre en el presidio
y un adiós, de aquellos amigos convictos,
fue lo que se llevó tu corazón herido
por un pueblo al que diste tu altruismo.
Sólo el tiempo a juzgado a los malditos
que agostaron tus veneros con el fuego,
de sus hechos tan cobardes y asesinos
que perpetuo, ¡si es que hay Dios!,
para ellos son las llamas del infierno.
Se truncaron ilusiones y esperanzas
de unas vidas que creían en la patria,
con derechos, igualdades, tolerancia
de una España que su historia está enterrada.
Del racimo de la parra viene el vino
y del fondo de la tierra los suspiros,
de la sangre que nos pide el compromiso
de aquellos que murieron oprimidos.
Con el canto de tus versos aprendimos
la injusticia de un pasado que no olvido,
con la lucha en el frente por tus hijos
con la lucha en las calles por mis hijos.
Te marchaste compañero te marchaste
te dejaste libertades y esperanzas,
encerradas en un nicho tan oscuro
como el túnel donde mora nuestra patria.
Y si el canto de mis versos aún te alcanza
haz que llegue una seña hasta mi alma,
que los versos de esta pena que me embarga
se conviertan en alegría y esperanza.
J. Marc. 26/03/2014
- Autor: J.Marc.Sancho ( Offline)
- Publicado: 27 de marzo de 2014 a las 20:33
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 88
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.