Ya sé que de un tiempo a esta parte me repito,
pero puedo prometer que este ha de ser mi grito:
que todo lo que aquí comento es lo que siento,
y que a riesgo de que lo pongais en entredicho,
yo nunca miento.
Que la palabra que más detesto en este mundo
es "adoctrinamiento". Y me importa un pimiento,
dios bendito, insisto, que en este plebiscito,
defienda yo que adoctrinar un acto es violento,
racista y tremebundo.
Que hasta la fecha actual y así ha sido desde Adán,
se ha tenido en cuenta en demasía el qué dirán,
que habrá personas que usarán sus artimañas
y que sin dudar y si es posible las entrañas
a ti te sacarán.
Odio, pues, a los que se dicen profesores
y se declaran de sus alumnos los mentores,
capaces, sin excrúpulos de fabricar "peleles"
si a beneficio es de su egolatría y sus laureles.
Son los predicadores.
Adoctrinar, siempre según mi humilde teoría,
cambiar es a su interés ideas de la estantería,
sin la autorización del dueño de la misma.
Argumentar que porque está dotado de carisma
puede poner lo que le interesa en movimiento
y hacerlo sin consultar al dueño del evento.
Osar mentir a conciencia del que miente
pensando sólo en si el lo cree conveniente,
imponiendo ese su criterio a los demás
por el simple hecho de que el impostor presente
se considera que está en poder de la verdad.
Pretender hacerse el dueño del rebaño
a base de constantes y multiples engaños,
o la burda manipulación del pensamiento,
echando para ello mucho cuento al cuento
sin vencer a la razón con ningún razonamiento.
Atrapar la voluntad de los que escuchan
sin permitirles refrescar su intelecto en la ducha
para poder liberarse de falsos argumentos,
o que pretendan impedir sea abrir los ojos
para ello rodeandolos de espinos y de abrojos.
Y quiero poner el colofón con un consejo
que no menos sabio es a fuer de viejo:
desecha invitaciones, sólo acude a los templos.
de los que te aseguren predicar con el ejemplo
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2014 a las 03:21
- Comentario del autor sobre el poema: Pelele: Figura humana de paja o trapos que se suele poner en los balcones o que mantea el pueblo en las carnestolendas. Persona manejable.
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 17
Comentarios1
Colijo ...
Buen domingo.
Saludos,
Meri.-
Gracias, Maria, Igualmente y buena literatura. Saludos
El acento argentino no puedo cambiarlo, sería "no ser yo". Leo libros de escritores latinoamericanos e hispanos, claro que hablan de "tú", pero en el Río de la Plata tenemos esa licencia, al menos los que tomamos esto como un pasatiempo, por más pasión que nos despierte =)
Saludos,
Meri..
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