Rodando la risa sobre mi colchón
caía sin prisa, al suelo, vacía.
Intenté desahogarme tranquila,
pero no logré pronunciar ni una oración.
Grabé mi voz entre un susurro desierto
porque ya gastada estaba mi poesía.
Enmudecí mis sentimientos porque por dentro
los oía gritar a todo pulmón.
Las lágrimas retuve con valentía
aunque mis ojos con devoción ardían.
Mis palabras tragué en silencio
para así evitar discutir con la razón.
Llamé a regañadientes al alma
que se quedaba ausente en la lejanía.
Mientras todo lo demás igual seguía,
queriéndote un tanto más con el corazón.
- Autor: Maury Zambrano ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2014 a las 14:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok.
Comentarios1
tiernas y sentidas tus letras, un maravilloso poema nos regalas en el día de hoy. saludos y abrazos de este "poeta del silencio"
Gracias! Y saludos poeta.
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