Cuenta una leyenda que, en un reino muy distante y muy rico, había un rey que tenía la costumbre de mendigar por las calles.
Pero como todos los súbditos lo reconocían al momento, pensaban que sería una afronta al rey si ellos ofrecieran una limosna al propio rey, así que el rey volvía, todos los días a su palacio, sin un céntimo en el bolsillo.
Pasaron años y la salud del rey empezó a menguarse. El sabio de la corte, al observar su estado, le comenta:
—Amado rey, puedo imaginar lo importante que es para ti el mendigar, pero veo que tu salud también se está afectando. Si al menos consiguiera una moneda sé que eso podría cambiar, entonces le propongo que vayamos, los dos, a mendigar a otro reino.
El rey estaba tan obsesionado con su conducta que aprobó, de inmediato, la propuesta del sabio y los dos se marcharon a otro reino a mendigar.
—Una limosna, por favor! Una limosna para este pobre mendigo, por favor! —decían el rey y el sabio al unísono, pero nadie siquiera se les acercaba.
Al ver los dos mendigos, un hombre se aproxima y les dice:
—Veo que sois buenas personas, pero en este reino no obtendrán ninguna limosna, porque somos muy pobres. Yo les aconsejaría que fueran al reino vecino, porque es bien sabido que tienen mucha riqueza que ofrecer.
Al oír estas palabras, el rey, de inmediato, reconoció que ese hombre estaba hablando de su propio reino. Al mirar el rey al sabio, constató, en su enorme sonrisa, que este tenía conocimiento de lo que podría pasar y que todo no era más que parte de un plan que lo haría despertar de su obsesión.
—Amado rey —dijo el sabio—: Tú te habías olvidado de ti mismo, viviendo en una ilusión, así que era necesario otra ilusión para que vieras tu propia realidad. Pero ahora, que ya sabes quien realmente eres, abandonemos las ilusiones y vivamos nuestra realidad…
- Autor: Luigi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2014 a las 05:43
- Comentario del autor sobre el poema: A veces la vida nos enseña cosas que no son necesarias, para hacernos volver a la rea-lidad. Eso debido a la ignorancia y es necesario verter más ignorancia para, al final, echarlas todo como lo que realmente son: ilusión. La ilusión solo se destruye con ilu-sión para comprender una única realidad: Yo soy Él! Que así sea! © jose luis iglesias ros
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 185
- Usuarios favoritos de este poema: santos castro checa
Comentarios5
Sigues con buenas reflexiones, te felicito
bambam
Querido amigo, muchas gracias por tan bellas palabras,
un abrazo,
Luigi
Es genial desayunar leyéndote y pensando, porque eso dispara tu escrito diario: pensar, reflexionar, cuestionarse. Qué mejor que eso? Un gran gusto Luis.
Un beso,
Meri.-
Ahhhh, si eres mi amiga, la que le gusta desayunar....jaja
Muchas gracias por tus bellas y sentidas palabras,
un beso grande,
Luigi
Vivir la realidad, aunque se difìcil, pero es nuestra.
Tan cierto es, que a veces, nos cegamos, no vemos nuestra realidad y vivimos una ilusión.
Hermoso y existencial relato amigo Luigi.
Te mando un fuerte abrazo rompedor de distancias.
Te aprecio y quiero mucho amigo.
Kavi
Querido amigo Omar, tan certero, siempre, eres en tus comentarios...
un abrazo fuerte,
Luigi
gRACIAS POR LA M ORAELJA AMIGPO, ME HA HECHO PENSAR MUCHO,
BESOS.
Querida amiga, gracias a ti por tus palabras amables,
un beso grande,
Luigi
Qué grandes reflexiones producen tus historias. En todo caso, que las ilusiones no me aparten de la realidad, este es un deseo personal jeje. Saludos, gran historia.
Aparte de tu historia genial, también me guardaré el mensaje de la imagen... "uno solo llega a ser quien es, cuando se cansa de ser quien nunca fue". Así sea.
Un abrazo.
Querido amigo, es un placer recibir tu visita y tu deseo es hermoso...guarda lo que quieras, solo no lo olvide, que es lo principal.
Muchas gracias y un abrazo,
Luigi
Por cierto, en referencia a tu pseudo nombre, creo que te gustará otra historia que se llama: El maestro y el Ajedrez...jeje
gracias por la recomendación la leeré en un instante. Un abrazo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.