Nada queda, nada...
Es después de este amor que nada, nada queda.
Nada del vendaval que sesgó con locura,
las sombras de la noche, los días de su albura,
cual rosas que se arrancan de una gran rosaleda.
Nada me queda, nada… Sólo giro en la rueda
de la tierra y sus montes, de la mar y su hondura,
de la tersa dureza, de la amarga dulzura,
del manto más opaco, de la más clara seda.
Tu luz se desvanece, volátil añoranza,
como un astro distante en sueños sumergido.
Pasan… pasan los días y, desde que partiste,
asfixio la razón, remato la esperanza,
expiro en el recuerdo, sucumbo en el olvido.
Y nada queda, nada… más que la vida triste.
- Autor: Alex Courant ( Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2014 a las 21:16
- Categoría: Triste
- Lecturas: 65
- Usuarios favoritos de este poema: mariela2002
Comentarios2
Muy triste poema, amigo Alex
saludos
bambam
triste, como el vacio que se siente al perder lo que tuvimos....hemoso poema!!
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.