EL HEDONISMO NARCISO DE DORIAN GRAY:
Deseoso por conservar su reflejo intacto,
reviviría, entonces, el famoso mito del Fausto,
buscando perpetuar su belleza en el acto,
sin importar que su destino se torne infausto.
Eternizando su belleza a un precio muy alto,
y cayendo en el placer de lo mundano,
obedecería, así, a su instinto freudiano,
y al mirar su retrato, lo aturdirá un sobresalto.
Al igual que narciso hipnotizaba su encanto,
atrayendo a las ninfas que corrían a su lado,
una de ellas murió por amar demasiado,
y Dorian al mirar su retrato cayó en espanto.
Comentarios1
Magistral evocacion a esa gran obra mi querido amigo Neptuno, me encanto la rima tan bien lograda, un abrazo
Gracias amigo, por tu lectura y apreciado comentario. Me da gusto que entiendas la esencia de mi poema.
Saludos.
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