Yo vengo de una tierra donde la mar no llega,
donde el sudor releva al baño del verano,
lugar en el que mirando de frente el sol no ciega,
y resignada el agua dormita en los pantanos.
Yo vengo de una tierra donde la miés germina
cercada de zarzas, majoletos, matorrales,
garabatos dibujando, allí el agua camina
por traviesos riachuelos y humildes manantiales.
Donde los verdes pinos, donde los encinares,
destilando su savia perfuman el ambiente,
no habitan limoneros, naranjos, ni olivares,
en su infinita quietud la soledad se siente.
Yo vengo de una tierra donde la mar no sueña
con marinos que fueron a lugares lejanos,
aquí la mies dorada permanece risueña
y los granos de arena no son los mismos granos.
Yo vengo y nunca me he ido de mi querida tierra
aunque ahora sea la mar que tengo más a mano,
ni la brisa marina el viento es de la sierra
ni ahora los paisanos son los mismos paisanos.
Yo vengo de una tierra donde muertos de sed
sus campos labrantíos saliva suplicando,
nunca he visto aquí un barco ni tampoco algún pez
sólo al amanecer los labriegos labrando.
Mañana vuelvo a la mar, a mi casa chiquita,
para de nuevo ir a pasear sobre la misma arena,
a tumbarme y a soñar, llevándome la pena
con el alma rellena de tristeza infinita.
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2014 a las 02:09
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 262
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor
Comentarios1
Bellísima inspiración caballero, es un gusto visitar su espacio.
Saludos cordiales
Mallito
Gracias, amigo mallito, por leerme. Saludos
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