Soy el plagio infrahumano
entre los eclipses marchitos
que entra calladamente
por las “generaciones perdidas”.
Soy la calavera triste de la inocencia
que aparenta la homogeneidad carnívora
de su implacable aborto de lo siniestro.
Como la mierda broto entre la mierda,
lleno de lamentos
camino por el irremediable soneto del delirio.
Estoy destinado
a tener la melancolía como alimento,
la sangre como el bebestible más dulce,
los ojos más enceguecidos por el planeta,
las manos más crespas, los pies más hinchados,
el alma más oxigenada entre los sepulcros
que viven tras recónditas alevosías.
Miren, soy la desgracia completa del universo
colmado de gestos infectados por los parásitos
que aúllan en mis pasos tardíos e incomprensibles.
Adentro de mi pellejo descompuesto
grita mi imbécil llamado a la muerte
que encadena a la perdición inhóspita
de todo lo maldito y desgraciado
que mancha mi tónica angelical.
Vengo
desde los silencios climatéricos,
desde la profundidad de la tierra,
de donde el límite se llama suicidio
y de donde nosotros somos pobres idiotas.
Vengo con una corpulencia grotesca,
quiero asesinar la alegría
de los mundos quebrados
que se ubican en los luceros altos
de la gran productividad del llanto.
Tengo la alergia a vivir
como quien tiene impulsos por follar,
como quien padece de enfermedades terminales,
como cualquier exitista experimental,
como todo supuesto ser humano
que es MALDITO O DESGRACIADO.
- Autor: Diego Carrasco Olivos ( Offline)
- Publicado: 8 de abril de 2014 a las 02:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 114
Comentarios1
Eres uno mas en un mundo que te puede hacer muy desgraciado, si. Esto lo digo sin conocer que te hace tan desgraciado.
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