Con tu mirada transmites esa belleza olvidada
que se oculta y se posa en los rincones del alma.
Tus pasos tenues hacen sonar la esperanza,
que repica y aletea como lluvia en la mañana.
Tu voz, siempre emotiva y serena,
pone un toque de armonía en los ecos de la tierra.
Tus maneras me recuerdan la fruta ya madurada,
y la espiga que promete ser el trigo de tu casa.
Tu sonrisa, tu alegría, es eco en los corazones
que recibe todo aquél que se acerca a tu presencia.
Ruego que el tiempo no borre la cualidad de tu esencia,
y ve repartiendo amor, tan necesario en la tierra.
- Autor: Aprendiz de poeta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de abril de 2014 a las 17:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 82
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