Dicen que la rosa
en su florecer,
es pretenciosa
para que la puedan ver.
Su belleza la eleva,
y pondrá de hinojos
a todo el que se atreva
a ponerle sus ojos.
Y la rosa meditando
arguyó en su defensa
solo estoy intentando
resaltar mi belleza.
Soy pretenciosa, lo acepto
¡Pero no tanto!
pues también florezco
en el campo santo.
Allá no me miran,
ni recibo alabanzas,
tampoco suspiran
esos cuerpos sin almas.
Pero igual florezco
en esos terrenos,
al silencio le pertenezco
y me uno a ellos.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajo el Número 55620414
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 13 de abril de 2014 a las 14:06
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: JADE FENIX, DELICADA ABRIL
Comentarios2
La rosa es belleza donde quiera que florezca, como el alma hermosa que resalta sobre todas las demás, aunque se esconda.
Hermosa reflexión. Un sincero abrazo y feliz domingo de ramos.
Bea.
No importa el lugar, siempre se hará notar.
Bello.
Un fuerte abrazo amigo.
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