¡Ay, qué firmamento aquel!,
cuando yo estaba en el cielo,
y ahora sólo veo en lo más hondo...,
de mi ser, un techo sin cielo,
y Dios en el infierno,
como que me ha dejado sin soñar,
y sin sentir la gran pasión,
como que la ilusión desnudó aquí...,
por callar en nostalgía su agonía,
como que Dios ha dejado caer un ángel,
y es que El, esta buscando su alma,
un alma que llegó a descender desde lo más alto,
y Dios en el infierno,
pero, ¿qué hace Dios en el infierno?,
si es frío el invierno,
y que quema como hielo una piel,
que como mi cielo ilumina todo a su paso,
y ahora en el fondo de todo,
es muy amargo el latir de una piel,
cuando en lo prohibido queda un fiel,
que sigue a Dios en el infierno,
¡Ay, que frío en el invierno!,
aquel, cuando Dios bajó a la tierra,
y halló sólo muerte por la gran pasión,
que zucumbió en su paso,
y que hoy recuerda como si fuera ayer.
- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de abril de 2014 a las 01:00
- Comentario del autor sobre el poema: Creo que Dios baja mucho al infierno, y el infierno es la tierra donde habita tanto mal, creo que lo que vivimos es el infierno. Sin poder olvidar que el angelito malo fue el que lo hizo pecar en su viacrucis y que nunca, nunca lo hizo pecar.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 20
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