Con esta pistola voy,
caminando errante hacia la persona
a la que le confié mi vida, si mi vida,
por ello voy con una pistola en la mano.
Camino y atravieso el patio principal de
mi casa, solo quiero tocar esa puerta blanca
que tantas veces toqué, y que abra la persona
que muchas veces abrió y me recibió.
Miro el cielo y esta el sol, el maldito sol
con su cara de alegría, aún asi sigo frente a él
y a mis vecinos, caminando hacia la persona
a la que le confié mi alma.
Mi pistola, mi amiga, refleja su sombra mientras
camino, sabe que este día será finalmente utilizada
y cumplirá con su proposito.
Golpeo la puerta blanca esperando que la persona
a la que le confié mi amor abra, cuando escucho
sus pasos llegar para atender la puerta, empuño
mi arma, mi amiga.
La persona a la que le confié mis sentimientos
abre la puerta y veo sus ojos, sus hermosos
ojos brillantes y llenos de alegría mientras
le presento a mi amiga, mi pistola.
Halo del gatillo y veo como su vida se desvanece
veo como cae lentamente, todo en slomo, todo
el tiempo se congela mientras cae el corpus exanime
al suelo.
Yo sonrío y volteo a mirar a mis vecinos asombrados,
miro a mi amiga, la beso y halo de nuevo el gatillo
para que mi cerebro no vuelva a pensar y mi alma
acompañe a la de ella al ¡maldito infierno!
MEVE.
- Autor: MEVE (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2014 a las 02:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Hernandez G
Comentarios1
Excelente escena dramática digno de un cortometraje! siendo exigentes me hubiera gustado que describieras tan solo en unas palabras más, a la persona en el momento de abrir la puerta, no se, tal vez aludir a una justificación el decir el engaño o la mala jugada hecha, el por que del acto o el como se desvaneció su alegría del rostro.
Saludos Cordiales.
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