Acerquémonos, pues, querida,
en medio del camino,
soñando nuevos y viejos sueños,
que todavía ellos –los sueños–
no tienen edad …
Seamos niños en un jardín de rosas
porque quiero quedarme contigo en la tierra
y dar gloria a las otras flores
más pequeñas que tú, querida
y menos bellas.
¡Gloria a ti, Rosa!
Quiero sentir tu perfume,
acariciar tus ramas
y poco a poco llenar
de besos tus hermosos pétalos,
tus ojos, tu pelo,
tu cuerpo,
mi refugio…
Tú y yo,
un jardín de sueños
donde me alimento alimento alimento
con tu aroma de sol y de luna
en el rocío de la mañana…
Y contigo son dulces mis días y mis noches,
dulce mi vida.
¿Sueño?
¿Y por qué, Dios mío, este sueño,
como muchos otros
y para mi mayor gloria,
no puede convertirse en realidad?
- Autor: Remisson Aniceto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de abril de 2014 a las 10:44
- Comentario del autor sobre el poema: Poema escrito originalmente em português, dedicado à minha esposa Rosangela. Traduzido ao espanhol por um leitor, agora ele foi declamado em Radio Piano Bar por Salvador Gregorio Rey, a quem agradeço.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 25
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