¡Llegaste a mi vida!
En real predestinación;
el tiempo se detuvo de repente
cual melódica canción;
cuando te hiciste presente
no entendía del amor,
yo no sabía…
que ibas a ser mía.
Aliviaste mi dolor…
saneaste mi alma herida,
y en una suerte de algarabía,
tuve un loco desenfreno,
todo lo vi tan ajeno
y a la vez…
mi alma te sentía.
La verdad es…
que yo no entendía,
aquel momento, ni la hora;
fue como aquella aurora
que resplandecía…
que me enmudecía…
¡Oh, mujer!
Eres la fuente de mí alegría.
Como poder expresar
aquellas sutiles caricias…
¡Qué tal forma de besar!
¡Qué tal forma de desear!
¡Oh, mujer!
En ti encontré… mil delicias.
Llenaste mi vida…
Con tu excelsa beldad
alumbraste todo mi ser,
ya no hay en mí... oscuridad
que me atormente día a día,
¡Oh, dulce amor!.. ¡Amada mía!
Nunca te he de perder.
(victolman)
- Autor: victolman (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2014 a las 02:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 113
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, Sophia Sea, grabra, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios3
Hermosa inspiración estimado amigo. Es un gusto visitar tu espacio poético. Saludos cordiales
Mallito
Bello poema VIC, digno de tu inspiraciòn, un abrazo amigo y buena SEMANA SANTA.
Sentido y bello poema, poeta.
Gracias por compartirlo.
Mi saludo, un abrazo.
FELIZ SEMANA SANTA.
Hugo Emilio.
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