Eran casi las ocho, el reloj no había sonado pero él ya despertó, se levantó de la resurrección de la noche anterior buscando tal vez otra realidad, alguna que lo favorezca , pero todo seguía igual.Su identidad frente al espejo y su rasurradora confirmaban la misma. él prosiguió con el rito.
Al verse en el espejo sintió la miseria de su vida, solo imagen en un mundo que le había quitado casi todo ,solo le quedaba aquella pensión de la calle azcuénaga al 840 de $1300 solventada por el gobierno más un sueldo de $3500 que casi le alcanzaba para comer , un televisor viejo, una radio, una pequeña heladera como la que usan los hoteles y el baño que era compartido.
se duchó, quizás como manera de ofrecer resistencia frente a la depresión y se vistió.
Hizo su cama, abrió la puerta y salió al ruedo cotidiano de su trabajo en la panadería.
El dueño lo recibió y le dijo "catriel llegas muy tarde" El asintió y le dijo que no va a pasar nuevamente. cosa que extrañó porque se había levantado temprano y no entendía en qué perdió su tiempo como para llegar tarde. pensó y pensó y dedujo a tiembla de firma que se había quedado inmóvil frente al espejo unos minutos demás quizás dejando que su inconsciente se despache con aquella imagen del hombre medio dormido y con la barba de 2 días ya que era lunes y el fin de semana se dejaba esta un poco con lo que se refiere a su aspecto personal. No vale la pena describir su trabajo, él solo hacía pan, pan y pan todos los días,
La panadería quedaba en la calle libertad 741 así que podía tranquilamente ir caminando, era un trayecto corto . cerca, en la plaza Arenales habiá, no se como duro hasta hoy, una calesita con sus trotamundos , sus giros y el señor de la sortija, pero esta quedaba a una cuadra contraria al recorrido de Catriél.. Este siguió su rumbo habitual, caminaba entre la gente como un fantasma entre las personas pudientes y sus bolsas de compras.
en la esquina de libertad y marcelo t de alvear se encontró con un niño que pedía limosna
y él que se llevava el pan que sobraba todos los dias y que repartía entre los habitantes de su pensión se lo ofreció, pero el niño le pedia..."señor llevame hasta la calesita a dar unas vueltas allí", Catriel muy conmovido aceptó y lo condujo entre la multitud de gente con rostros de bolsas hacia la calesita de la callle arenales.
Y el niño subió, dio tres vueltas y todo se DETUBO!
la gente con sus bolsas de compras quedaban petrificadas ante los ojos de catriél, nada se movía, se podía observar la sombra de la mosca inmóvil que estaba alli adelante, mientras tanto catriel parecia petrificado como los demás pero de a poco se incorporaba y recuperaba su movilidad,Era el único capaz de moverse en ese espacio que era el mismo que antes, lo que variaba era el tiempo,estaba todo congelado!
Catriel habia conocido un niño que en vez de pan le pidió disfrutar un poco de la calesita que le era inaccesible para él hasta entonces, pensó y pensó casi una eternidad, como esas eternidades que tardan en llegar",lo único que se le ocurrió era quitarle la sortija al calesitero para ver si podía tener una chance más, una opción, una probabilidad.Estaba en lo cierto,Catriel fue hasta el calesitero y le quitó la sortija ,La gente inmovil, el calesitero inmovil, lo unico que giraba era la calesita y el rostro felíz de aquel niño.
Catriel entendió que no había perdido el rostro en aquel espejo en esos minutos en los que llegó tarde al trabajo,lo habia tocado un ala de la eternidad!
Todo volvió a la normalidad, eran las 5:45 catriel se despertaba nuevamente,se afeitó se bañó,hizo su cama y llegó a horario a su trabajo,nunca más supo de aquel niño y volvió
a hacer pan, como hoy, como antes y como mañana.
- Autor: ferdam (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2014 a las 22:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
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