Dame del castigo que todo hombre
quiere evadir su presencia,
dame con el lenguaje de tu cuerpo
la amarga locura de la indiferencia.
Dejame en brazos de la nada
y murmura muy en silencio
que fueron todos inciertos
los abrazos y caricias que me dabas.
Ámame si quieres y tortúrame
luego con la lejanía de tus besos,
asíame razones para morir
y no perecer en el tiempo.
Funde ardiendo mis oídos
con el calor de tus versos
y congela después mi dicha
con tu genio perverso.
Quiéreme y entrégame al fin
como judas a su maestro,
dame de tu elixir aunque
sea droga que mata por dentro.
Con un crespón cierra mi boca
que decir por ella no pueda
y nubla mis ojos con lagimas
de esas que desesperan.
Cólmame de ansiedad y tormento,
juega a quererme sin querer
y que al final del juego,
como siempre, me toque perder.
Pero hazlo todo a mi vera,
hazlo donde te pueda ver,
que no hay verdad mas grande
que la verdad de mi querer.
Que sienta como me desgasto
y maldiga tu confabulación,
pero que sea junto a tu lado
donde se gaste mi corazón.
Porque te amo, mujer, y mi amor
no entiende de condición,
un amor que prefiere la agonía
que la vida y la fortuna sin tu olor...
- Autor: poetalibre ( Offline)
- Publicado: 21 de abril de 2014 a las 17:49
- Categoría: Amor
- Lecturas: 121
- Usuarios favoritos de este poema: luna77, mariarl, kavanarudén
Comentarios1
ufff que amor eso se llama estar enamorado
Hola Maria, sí, el amor incondicional aun con sufrimiento, siempre gana a la desdicha...un saludo!
gracias a si es niño
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