A que hora descansan los huesos abatidos por las sombras,
a que hora senil pueden despojarse de sus prendas culposas, los recuerdos
marchitarsen puedan recurrentes los pérfidos albedrios de las soledades
y en pie de abandono, regresen perseguidos los preludios
que aún acechan en la incertidumbre.
A que hora ambulante el óbito se detiene
a mirar sediento los maltrechos caminos que la vida dispone ante la muerte
a que hora se ahuyentan tantas almas de sus suerte
a que hora despierta el hambre que cobija su figura
y a menester de su fatuo oficio la donosura empalidece .
A que hora, si no hay tiempo para desatar el cúmulo ambivalente
de las adversidades que pregonan en lo incontenible,
del deseo y el abandono que se fraguan en lo decadente
que se embelasan entre los albores y los ocasos
a que momento ha de advertirse, que la muerte viene sin precedentes
a que tiempo, si no hay tiempo para recurrirle...
- Autor: OGUER (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de abril de 2014 a las 22:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
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