Entonces te vi, allí, arrimada al muelle, con tu cuerpo inmóvil
Observando el horizonte lejano
Tu mirada se reflejaba en el mar y
Dejaste caer en tus labios un respiro
¿De donde ha surgido tanta belleza?
Del otro extremo, mis ojos corrían y se mezclaban con la brisa
Apartando estorbos para visualizar
Una mirada tuya.
Cautivo de tu espera, el ocaso brotaba
Cesó la luz del sol y tus pupilas se arrimaron a mí,
Incluiste en tu alma mi rostro
Encendiste con tu mirada el candelabro de este amor.
Y así nació nuestra historia
Entregué mi sangre a tu corazón
Mis mañanas y mis miedos
No existen labios que nieguen tus besos
El impedimento del destino agrietó
el espíritu de nuestros sentimientos,
La tibieza de tu piel y el
Bálsamo de tu cabello
¿Cuántos otoños han pasado?
Alzando restos de mi corazón herido, arrojé tus cenizas al mar
Donde las olas te llevaron al paraíso y con lágrimas resbalando por mi mejilla
Y el llanto eterno, te despedí.
Sé que algún día moriré, está escrito en el cielo, desearé el momento
Mi corazón me guiará a tu semblante en el infinito
En busca de una mirada
Y así poder decirte que
Te Amo
- Autor: LT (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de abril de 2014 a las 14:53
- Categoría: Amor
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: luciotamaka
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