Una pionera en la lucha por los derechos de la mujer

Carlos Manuel Larrea

Más a menudo de lo que se cree, nace una persona dispuesta a luchar contra la ignorancia, a derribar las numerosas barreras que contienen a las masas; Adela Zamudio es una de estas personas. Esta esencial escritora Boliviana, nació en Cochabamba el 11 de octubre de 1854 y falleció en el mismo sitio el 2 de junio de 1928. Las leyes de la época le permitieron estudiar hasta tercer grado, pero Adela continuó instruyéndose por su cuenta. Tuvo que enfrentarse a una sociedad machista y cerrada, que valoraba el matrimonio y el rol esclavista de ama de casa por sobre la educación y la libertad de pensamiento.
Su vida personal fue muy difícil, dada la falta de comprensión de su entorno. En el aspecto profesional, sin embargo, nada la detuvo; además de sus cargos como profesora y directora, fundó su propio y homónimo Liceo de Señoritas. En 1925 fue coronada como el más elevado exponente de la cultura de su país. Un poema que sin duda nos permite conocer a esta increíble escritora a través de sus palabras es "Nacer hombre", que representa parte de su labor para defender los derechos de las mujeres. Su obra abarcó el teatro, los cuentos y los ensayos, siempre con una profunda mirada social, adelantada a su tiempo.

 

 

Adela Zamudio

 

Nacer hombre

 



Cuánto trabajo ella pasa
Por corregir la torpeza
De su esposo, y en la casa,
(permitidme que me asombre)
tan inepto como fatuo
sigue él siendo la cabeza,
porque es hombre.

Si alguna versos escribe
-“De alguno esos versos son
que ella sólo los suscribe”;
(permitidme que me asombre)
Si ese alguno no es poeta
¿por qué tal suposición?
-Porque es hombre.

Una mujer superior
en elecciones no vota,
y vota el pillo peor;
(permitidme que me asombre)
con sólo saber firmar
puede votar un idiota,
porque es hombre.

Él se abate y bebe o juega
en un revés de la suerte;
ella sufre, lucha y ruega;
(Permitidme que me asombre). ella se llama “ser débil”,
y él se apellida “ser fuerte”
porque es hombre.

Ella debe perdonar
si su esposo le es infiel;
mas, él se puede vengar;
(permitidme que me asombre)
en un caso semejante
hasta puede matar él,
porque es hombre.

¡Oh, mortal!
¡Oh mortal privilegiado,
que de perfecto y cabal
gozas seguro renombre!
para ello ¿qué te ha bastado?
Nacer hombre.


  • Autor: klimperer (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de abril de 2014 a las 08:49
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 6
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