Cuando el fin se aproxima -nos reinventamos-
De la nada surge un cómplice furtivo,
nos reúne para fundirnos en una misma piel.
Hablemos de rumbos -sin reclamos,
citemos juramentos para desquiciar al destino.
No sólo -pretendamos- llegar mañana,
impregnemos la ocasión -aroma sin detalles,
motivo deliberante -aire- compartido bajo la lluvia.
Huellas de protesta -justa vivencia,
la narración develará la incógnita grabada.
Somos los protagonistas de un temor insuperable...
Así, somos -simples almas de volátil tesitura;
Sin embargo, nos aferramos a esperarnos,
acariciándonos el alma al evitarnos,
sobre todo cuando descansamos -almohada intervenida.
Por todos esos sueños compartidos, y
exageradamente visibilizados como rumbos diferentes,
siento que nuestra despedida es la que nunca terminaría
porque en cada intento de olvido se reconstruye -el deseo.
Autor: Lilia Quituisaca Samaniego
- Autor: Lilia Quituisaca-Samaniego (Lilivi) (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de abril de 2014 a las 11:50
- Categoría: Amor
- Lecturas: 67
- Usuarios favoritos de este poema: ADOLFO CESAR MARCELLO
Comentarios2
Que lindo como terminas tu poema y que gran verdad.
Mi abrazo y mis deseos por que compartas bonitos sueños en este fin de semana.
Por supuesto Graciano, espero que los sueños bonitos sean para ti también. Gracias por el comentario
Hola paisana nos has traído un poema muy profundo y bello.
b esos.
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