Pretendo.

Nos golpeaba una noche fresca y de muchos colores,

 Encontramos asiento  en los feudos de un árbol que ha visto incontables amores,

 Frente nuestro una calle que parpadeaba sus focos de breves y pálidas luces,

Todo pasaba mientras narrabas pedacitos de tu vida,

Con la seriedad de quien entrega los bordes de su propia alma,

Yo me quedaba extasiado con cada palabra,

Bebiendo cada fragmento de ti que me compartías…

Te interrumpí con una de mis constantes disculpas,

Todo para deletrearte el más torpe y sincero me gusta,

Seguido de una lluvia de ideas sin desorden,

Hasta que preguntaste afablemente mis pretensiones,

El desorden de mis palabras detono súbitamente en la maraña que tenía por mente,

Logrando tan solo responder las que tú quieras.

Varios días se escurrieron en mis ojos,

 Organizando las ideas que inundaban mi mente,

 Otros más se quemaron para poder escribirlas en este etéreo poema.

Primero decoro mi escrito con la más trasparente sinceridad,

Esa que solo  guardan las aguas que borbotean lo alto de las montañas,

Para decirte con seguridad y respeto,

 Que pretendo servirte de pintura para trazar tus sueños,

Con la condición de que tú seas el lienzo,  

Pretendo acunar tus miedos en mis brazos,

Para que duermas lejos de ellos,

Pretendo ser tu sonrisa en las tardes tejidas por la rutina,

 Si tú haces las veces de la mía,

Pretendo ser alegría para tu melancolía,

Pretendo ser todo cuando recojas  la nada,

Pretender ser lo que tú quieras dejarme pretender.