Ridículo idilio amoroso.

Desde que tengo uso de razón he intentado comprender ese idilio amoroso que leía en mis libros, veía en la televisión o que mis padres decían que merezco sólo por que sí; casi sin importar que tan buena o mala sea con el hombre en cuestión. Hoy con casi 24 años de edad y tras haber recorrido un camino relativamente duro, que no le deseo a nadie les puedo decir: el amor no existe.   ¿Cómo me van a querer convencer de lo contrario? Si cuando alguien los decepciona piensan en lo mal que se sienten y no leen en los ojos de la persona que tiene una tormenta por dentro. El amor no existe, sólo existen mis ganas de ser la paz que se refleja en tus ojos.    ¿Cómo les voy a creer cuando me dicen que lo aman? Si olvida una fecha o no se presenta con un regalo sólo hacen drama, olvidando todo el tiempo de su vida que les ha regalado. El amor no existe, sólo existe la felicidad de tenerte en mi vida.    Llevo años escuchando que lo correcto era enamorarme de mi primer novio, casarme con él y amoldar el carácter el uno al otro. Pero la verdad es que el primer novio siempre es una ilusión infantil, tierna; pero infantil.   ¿Cómo saben que es amar? Si no han pasado momentos difíciles y no se han puesto a prueba lealtades. El amor no existe, sólo existe mi apoyo incondicional a ti.   ¿Cómo demuestra un papel firmado que hay amor? Si millones de matrimonios discuten, se engañan y los más sanos se divorcian. El amor no existe, sólo existe el ser feliz a tu lado.    ¿Cómo cambiarte es amarte? Si malhumorado, jugador, obsesivo o perezoso dije aceptarte así quiero que seas hasta la última vez que te vea Citando a Ricardo Arjona "si me gustaste por ser libre, quien soy yo para cambiarte". El amor no existe, sólo existe mi auténtica fascinación por tu forma de ser.   Quizás sólo una cosa de todas las que me enseñaron sea cierta: dale hijos a un hombre que ames. Dije "quizás"   ¿Cómo un hijo demuestra amor a un hombre?¿ Acaso debo darle la mitad de mi a él para que se de cuenta? Esta pregunta no la responderé, quizás la vida me de la oportunidad de responderme a mi misma. Aunque no me encante la idea.    No existe el ridículo idilio amoroso, no existe el amor. Sólo existen mis ganas infinitas de catalizar cosas buenas en tu vida, se apoyarte hasta el fin del mundo y de escucharte respirar a mi lado cada noche por el resto de mi vida.   No, el amor no existe; pero te invito a crearlo.