Estimados amigos de Poema del Alma: Debido a vicisitudes muy extensas de relatar me vi alejado de la página, hoy intento regresar, paulatinamente iré subiendo algunos poemas que ya publiqué, por lo que les pido paciencia, pues es por ahora todo lo que puedo hacer, gracias por vuestra comprensión.
El Triunfo del Amor
(El presente es parte del libro “Amores Míos y Amores de Otros” Editado en el año 2002)
Quiero decir qué:
Muchos amores he tenido y tengo en mi vida, y los años me han enseñado a valorarlos, en la actualidad, con cincuenta y cinco años de vivencias, triunfos, fracasos, pérdidas, conquistas, penas y alegrías (dos matrimonios), el rosario de amores que poseo tiene las más diversas cuentas... y de muy variados colores.
He separado este lugar del presente libro, para exponer unos amores que están ocupando un lugar especial de mi corazón. En realidad ya no hay en él lugar para otra cosa que no sea amar, ahora que he sido enseñado al fin, y esto por el mismo Señor Jesucristo, no quiero hacer otra cosa.
Y Dios no me enseñó solamente la teoría que está escrita en la Biblia, no, no: Él envió a muchas personas que entraron en mi vida dispuestas a amarme y a enseñarme lo que verdaderamente significa y es el amor.
Ahora tengo comprobado que amar es lo mejor, y es tan lindo que no me pueden poseer ya los monstruos del desamor, el rencor, el odio, los celos, la desconfianza, la indiferencia, la inmisericordia.
Yo soy uno de los tantos que han pasado por los áridos territorios del desamor, que es la otra cara de la moneda del amor. Éste trae mucho dolor, siempre alguien sale dolido cuando una pareja termina... cuando una amistad termina... (sobre todo los hijos en el primer caso). En realidad nadie se salva del dolor, y menos en el desamor.
No existe el amor si no existe el perdón, el rencor ocupa un lugar tan grande en el corazón que no deja lugar al amor, y, el verdadero amor todo lo perdona.
El amor es una decisión que tomamos, que se transforma en sentimiento a medida que perseveramos en esto, y el triunfo del amor se da cuando ponemos firmeza en edificar ese sentimiento; dispuestos a perdonar y tenaces en esta obra no hay lugar para el fracaso.
Hoy tengo aprendido que en el amor, si se juega, se pierde, también que si se valora lo que se tiene, se tiene lo que se quiere.
He aprendido muy bien la lección del desamor, y en el presente atesoro los amores cuidadosa y delicadamente, no me importa tanto las demás posibilidades de la vida (placeres, fama, fortuna, poder...)
Por sobre todas las cosas quiero amar... y ser amado.
Y amar es fácil... sólo hay que querer hacerlo.
Este es un poema sin título que, en una carta me enviara a mi domicilio en Paraguay, desde Argentina, mi hijo Yari:
Pensando en los hechos,
pensando en todo...
la gente, la vida,
la nada, la nada...
queriendo zafar
de todo lo malo,
en lo bueno
un camino de espinas
rodeado de rosas,
en un mundo de nieblas
y oscuras confusiones
rodeándome, rodeándonos,
haciéndonos sólo uno,
solos...
Queriendo ser alguien,
siendo nada,
queriendo estar con alguien
a lo lejos.
Sintiendo la distancia,
sabiendo que en algún momento
te encontraste tan cerca,
sabiendo que en ningún momento
estaremos cerca.
Y esto es lo bueno de no tenerte,
saber que no puedo perderte...
Lo malo es no sentirte,
y quererte,
simplemente quererte.
En respuesta, pocos días después le envié el siguiente:
- Yari, Hijo Mío: -
A veces la bruma,
la bruma del tiempo,
desdibuja sueños,
metas, esperanzas...
A veces la bruma
de las añoranzas
rememoran, vivas,
las viejas lembranzas[1]...
las viejas lembranzas.
Cuando los paisajes
o cuando las ansias
remotas, perdidas
en cruentas batallas,
traen la ilusión
en alguna carta...
llega la conciencia,
dura, a nuestro puerto: de
¡que no hay nada muerto...!
(cual barco fantasma...
¡cuál barco fantasma!)
Los pañuelos blancos
que agita algún viento,
no son evidencias
del adiós eterno,
algunos recuerdos
son más realidades
que un presente incierto,
¡la misma existencia denuncia
el perenne hecho!
(tú fuiste el destino
de mis acontecimientos...
¡de muchos de ellos!)
Mi puerto, tu nave...
mi nave, tu puerto:
navegar quisieran...
o estar siempre abiertos.
¡O estar siempre abiertos...!
Luego escribí otro... que no recuerdo habérselo enviado (la correspondencia se interrumpió hace mucho... no por mí).
[1] Recuerdos (portugués)
- Autor: Raúl Daniel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de mayo de 2014 a las 02:00
- Comentario del autor sobre el poema: La foto es de mi hijo Yari cuando vino un tiempo conmigo a Paraguay y el lugar es la Represa Itaipu (Paraguay-Brasil), en este viaje lo llevé también a conocer las Cataratas del Iguazú.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 101
- Usuarios favoritos de este poema: Violeta, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios5
Como dices siempre es mejor a,ar y lo mejor es amar, yo también conozc la otra cara del amor que es el desamor, es l quei siempre termino saboreando. hermoso escrito y hermopsos los poemas.
besos.
¿No es cierto que es feo el desamor, Silvi?
¿Cómo podemos estar sin amar?.. somos tontos ¿no?.. digo, ¿por qué no estamos amando siempre, si cuando amamos hasta nos rejuvenecemos y ponemos más hermosos?..
Deja de sufrir por el miedo que te da el amor y ¡AMA! SIN QUE TE IMPORTEN LAS CONSECUENCIAS.. LA VIDA EN SÍ ES LO QUE QUEREMOS QUE SEA.. VIVE EN AMOR Y ESPERA EN DIOS QUE ÉL SIEMPRE CONTESTA!!!!
Un enorme beso, del tamaño del sol!!
Raúl Daniel
Todo un héroe como poeta y como padre amigo Raúl
fuerte abrazo
bambam
Amigo Bambam!!.. Gracias por tu presencia y comentario.. Sigamos batallando, estimado colega, y enseñemos a las nuevas generaciones lo que hemos aprendido en nuestro peregrinar por la vida (qué, aunque ellos piensen que es muy largo, ¡bien sabemos nosotros lo corto que fue!!!)
Un abrazo fraterno desde Paraguay hasta Chihuahua!!
Raúl Daniel
Hermosos poemas, hermoso hijo, y hermoso el amor que le profesas tanto a tu hijo como a Dios, mi querido amigo del alma, Raul, poeta de fuego y guerra y amor tambien, un abrazo grande
Hola César!! Un enorme abrazo, amigo y hermano..
Te cuento que estoy que me caigo, vine a las doce menos veinte de trabajar vendiendo mis poemas en la calle (en Asunción, luego debo tomar dos colectivos, cruzando tres ciudades para llegar donde vivo)
Te agradezco tu comentario y no te enojes si no te visito hasta mañana.. ya me voooooyyyy......
Me encantó el final del poema de tu hijo:
Y esto es lo bueno de no tenerte,
saber que no puedo perderte...
Lo malo es no sentirte,
y quererte,
simplemente quererte.
Son palabras que siento muy cercanas. Un saludo
Ay, María, si tú supieras cómo me duelen esas palabras cada día!! Estoy a mil kilómetros de todos mis hijos, nietos y familiares..
Gracias por tu comentario..
Qué Dios te bendiga..
Un abrazo fraterno..
Raúl Daniel
APLAUDO CADA UNA DE TUS PALABRAS, POETA.
Bello, magnífico, sentido, real.
TE FELICITO.
Un fraternal abrazo, amigo del alma.
Hugo Emilio.
Gracias Hugo.. me emociona que algo tan mío, tan familiar y personal pueda generar tal eco en mis hermanos poetas.. bueno, no sé que decirte.. solo gracias, y que me animo ahora a subir otros que hice a mis hijos (después del divorcio), que para mí no tiene razón de ser (pero así lo quiso mi esposa)..
Un abrazo enorme..
Raúl Daniel
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