Dejó mi nombre gravado en la arena. Incluso dio forma perfecta a lo invisible. ¡Oh verano inolvidable! Aquella vez el sol esperanzó nuestros sueños. Cayó una tarde de luz que me enlazó a la oscuridad. El cielo se tiño rojo, naranja, de mil colores... Ese horizonte enloqueció mis sentidos. Creo que aún saboreo la sal del mar. Oh luna hermosa que se refleja en tus ojos. Cambió la rutina para permitir que nos amaráramos por última vez. Nunca más lo vi. Sus huellas desaparecieron por siempre.
- Autor: Raquelgm (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de mayo de 2014 a las 12:33
- Categoría: Triste
- Lecturas: 70
- Usuarios favoritos de este poema: , santos castro checa, sanzsant, Emmanuel Sagaón, ADOLFO CESAR MARCELLO
Comentarios6
Primer amor que sigue guardado.
Saludos.
Claro primer amor que nunca se olvida!!
Marco muchas gracias ahí estaré publicando más
Ahhh de verdad primer amor que no se olvida muy lindo tu poema.
Wow ese pensamiento me inspiro "el me llevaba en sus brazos"
Muchas gracias, pienso que hay amores imposibles que ocurren solo para que el poeta pueda escribir y espero poder olvidar así como tu 😀
Bonitos momentos que no se olvidan
aquellos que apesar de que no duran mucho
dejan huellas inolvidables
saludos
... ese mar son como las lágrimas aunque sí se encierra el "a-mar" se quiebra en dos, se separa, y queda en mar, ya que la "a" de "sin" queda al olvido, y sé recuerda el mar, el mar :3 pero..., aún así el mar es como las lágrimas, son saladas, sabor a sal, y más cuando el ocaso se ahoga en el "mar" de colores escarlatas degradándose al naranja, podría haber sido una cápsula nostálgica, pero es claro, el sentimiento de melancolía en tu prosa...,
es claro que ese mar son como las lágrimas,
y ese a-mar es como la melancolía...
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