Estatua en mis ojos, de una piedra aliada del viento, de las aguas y sus esculpas de sales, al lado del tiempo. Estatua en mi boca, como en un balcón que inmodesto exhibe su obra. Estatua en mis manos, de mármol fijo y determinante, consagrado a sentirte como un árbol fijo a su tierra fija. Estatua en mi piel, de horizonte que se toca con la mirada como los labios del sol y el mar ocaso. Estatua en mi pecho, en las veredas internas que habito y me habitas, como un río sentenciado a esculpirme desde adentro, estatua.
LRL
21-5-2014
- Autor: Leandro Rodríguez Linárez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de mayo de 2014 a las 15:48
- Categoría: Amor
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: la negra rodriguez
Comentarios1
eSTATUA EN TUS VERSOS QUE NO SE INMOIOLIOZAN Y DANZAN AL COMPÁS DEL PENSAMIENTO.
BESOS.
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