Te lo aseguro: serás un mejor poeta después de leer ésto.

Carlos Manuel Larrea

Alfonso Canales fue un poeta español nacido en Málaga en el año 1923 y fallecido en la misma ciudad en 2010. En su juventud, comenzó a estudiar dos carreras simultáneamente, con la ilusión de poder cursarlas sin problemas: Filosofía y Letras, y Derecho. Sin embargo, al tiempo entendió que si quería tener éxito en alguna de ellas, iba a tener que decidirse por una sola y dedicarse por completo a ella. Irónicamente, escogió Derecho; se recibió y comenzó a trabajar como abogado, puesto con el que mantuvo a su familia hasta jubilarse. Por otro lado, el poeta que llevaba dentro estuvo siempre presente, produciendo más de treinta libros y varias antologías y haciéndolo merecedor de premios y menciones honoríficas.
Además de su papel como escritor, fue cofundador de la revista Papel Azul y de la colección poética A quien conmigo va. Asimismo, dejó a su ciudad una de las bibliotecas más completas y prestigiosas, que ha sido visitada por innumerables figuras de la Literatura.
Canales aseguraba que escribir Poesía no es una profesión, sino un acto esporádico y absolutamente sujeto a la inspiración. Entre sus libros más destacados se encuentran "Sobre las horas" (1950) y "El candado" (1956); en 1965, "Aminadab" le valió el Premio Nacional de Literatura.

 

Alfonso Canales

 

Oh aquellos días claros...

 



Oh aquellos días claros de mi niñez, aquellos
días entre jardines, entre libros y sueños,
a qué poco han quedado reducidos: las piedras
brillantes al sol alto del dulce mediodía
-¡qué amarilla se ha puesto de aquel sol la memoria!-,
las pequeñas calizas, los cuarzos y pizarras
polvorientas, suaves, bajo los almecinos,
aún tienen un rescoldo de recuerdo en mis manos;
el jazmín del estío -¡qué fue de aquella nieve!-,
que daba olor de fiesta a la tranquila noche,
aún lo siento en el pecho, cuando cierro los ojos;
y el rumor de las olas, lenta, lejanamente,
en mi interior florece cuando llueve el silencio.
Calor, olor, rumores: a qué poco han quedado
reducidos los días lejanos y felices.

A veces el sonido de una piedra, cayendo
en una verde alberca, me hace creer que nunca
debió formarse un hombre sobre aquel que gozaba
sobresaltando aguas tranquilas. Y quién sabe
si hoy, corriendo esas aguas hacia mares futuros,
también piensan que nunca debieron de ser ríos.


Lee todo en: Oh aquellos días claros... - Poemas de Alfonso Canales http://www.poemas-del-alma.com/alfonso-canales-oh-aquellos-dias-claros.htm#ixzz32Wr82ouT

 

  • Autor: klimperer (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 23 de mayo de 2014 a las 06:36
  • Comentario del autor sobre el poema: Si continúo leyendo cada día a un poeta, su biografía y una muestra de su poesía, terminaré siendo un erudito. Es una ilusión creer que se puede hacer buena poesía sin esforzarse intelectualmente. Igual que en la música y en todas las artes, hace falta aprender a tocar un instrumento.Una excepción es el canto: un regalo de los dioses. Son contados los poetas que lo fueron ya en su adolescencia, como Rimbaud. Verdaderas excepciones.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 26
  • Usuarios favoritos de este poema: jairodelacroix
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Comentarios +

Comentarios1

  • andres fernandez ruiz

    Coincido con Canales que lo más importante es la inspiración, acompañada con una preparación da sus buenos frutos.
    Saludos.



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