La carreta iba a gran velocidad
y a nadie parecía importarle nada
ella siempre por el camino va
y su dueño la lleva bien arreada.
¿Qué importancia tiene saber
hacia donde se dirige el carretero
si va al mercado a llevar de comer
o lleva encomiendas para el pueblo?
Que pase la carreta a toda marcha
no es cosa para alarmarse
y como la vía no es tan ancha
es poco conveniente acercarse.
El carretero es un señor honorable
que siempre saluda cuando pasa,
y si hoy no quiso saludarles,
es que pierde cortesía si se emborracha.
Iba la carreta por al camino
y entre piedra y piedra crujía,
en ella huía un cruel asesino
y ningún habitante lo sabía.
El carretero iba en la carreta
hecho cadáver metido en un saco
y el asesino de esa muerte cruenta
huía de la estancia como un espanto.
Guiaba la carreta, el cobarde,
por el mismo camino en su tropel
y nadie se percató aquella tarde,
porque todos lo confundieron con aquel.
La carreta crujía y crujía
intentando delatar al asesino
pero ella misma lo encubría
para que pudiera huir por el camino.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajo el Número 55620514
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 23 de mayo de 2014 a las 10:07
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: DELICADA ABRIL, la negra rodriguez
Comentarios2
¡Cuántos carreteros encubiertos hay en el mundo actual!.
Bonita reflexión. Un saludo sincero. Bea.
Te has salido de tu estiloo para poner un cuentos fuerte me dio pena delñ carreteto.
besos.
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