La dama
No sé cómo, pasando por tu calle,
terminamos metidos en tu cama,
yo, un caballero, y tú, que tienes fama
de casada y de fiel, sin más detalle.
Pero así sucedió, nadie lo acalle,
cada noche en que a solas ella clama:
-Mi marido no está, mi sed reclama
y hace frío en mi piel, de monte a valle.
Entonces qué he de hacer, vuelvo a tu talle,
descubro tu pudor, que el mío inflama
y entre ambos ya no hay más que hacer que estalle.
Luego a saltos huir, tu esposo llama:
-Mujer, mi fiel mujer, feliz yo me halle,
vecino, mire usted, ésta sí es dama.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
25 05 14
- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de mayo de 2014 a las 12:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
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