Cada vez que miro
desde mi balcón el cielo
y su seguro y aparente fin
en el horizonte azul
trazando un azimut
con los seres celestiales
me encuentro.
Traspaso
el velo de verdes hojas
encaramadas en los troncos,
las nebredas y cortijos
se tejen en el suelo
sembradas de esperanzas
con frutos de la fe
cubiertas de maduras semillas.
En las vertientes y ríos
observo a las náyades
graciosas y traviesas
cual gaviotas
en un mar estrecho
de espejos derretidos
que emiten ecos
de energía, rumor, vida.
Las muselinas de algodón
caprichosas se reparten
obedecen a su señor
el viento del norte
con su soplo imperioso
las junta, las dispersa,
mientras tanto
en mi balcón
continúo observando
y una voz interna me dice:
Todo caballo deja
sus huellas al paso.
¿Acaso esto no constituyen
las huellas?.
Pues la naturaleza
y sus elementos denuncian
la gran obra que no cesa.
- Autor: lapiedraviene (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de mayo de 2014 a las 22:17
- Comentario del autor sobre el poema: Es uno de mis antiguos poemas. Lo escribí cuando tenía 18 años. Vivía y vivo en un valle verde y desde mi balcón podía mirar mucha naturaleza y sus seres imaginarios o reales, no importa.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 98
- Usuarios favoritos de este poema: la negra rodriguez
Comentarios3
HERMOSO PODER CONTEMPLAR DESDE EL BALCÓN EL CIELO Y MAS SI ES DE LA CAMPIÑA ECUAORIANA UN VERDE P´RADO CONTRASTANDO CON EL AZUL DEL CIELO Y EL COLOR DE LLAS FLORES Y LAS AVES Y TODO LO QUE UEDE ESTAR EN MOVIMIENTO. BELLISIM O POEMA DE TUS 18 AÑOS.
BESOS.
¡Cuánta belleza describes con tus lindas palabras!
He visto con mis ojos del alma lo que tú tan hábilmente expresas con palabras. Es una hermosa pintura de la naturaleza.
Gracias por compartir ese poema de tus dieciocho años.
Un saludo y mi admiración.
Beatriz Blanca.
El poder de observación plasmado en tus versos es maravilloso.
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