Prevarico nuestras propias leyes.
Ese cerco que ambos construimos.
Execrables son mis actos.
Condenado al olvido y al destierro,
Por infringir el tratado que nos constituyo como amantes.
De entelequias y sofismas comprendido el Código.
Falsas convicciones del existir.
Hermenéutica ajustada al sexo.
Manido el amor por mórbidos intereses.
Soliloquio en rebeldía, por justa causa.
Mis entrañas inalterables hasta hoy,
Ceden a tus ojos, a tus besos.
Vencidos los escrúpulos… ¡Guiado al Delito!
Amnistías e indultos para mis penas.
Culpa inconsciente en mí actuar, fútil el enamoramiento.
¿Inexorable a la piedad, mi verdugo, mi amada?
Imputado por la ley que junto a tu pecho esbocé.
- Autor: david1927 ( Offline)
- Publicado: 28 de mayo de 2014 a las 01:42
- Comentario del autor sobre el poema: Los infieles nos ponemos reglas, una de ellas es no comprometer sentimientos, no enamorarnos; la infracción de está \"norma\" conlleva como sanción el olvido y el aceptar que las cosas ya no pueden seguir.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 39
Comentarios1
Así es en el amor y el sexo.. el que juega, pierde..
Un saludo fraterno..
Raúl Daniel
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.