Vi una rosa en el suelo
me incline a recogerla
estaba toda marchita
deshojada casi sin vida.
Solo una gota de agua
corría por sus hojas que se secaban
parecía que lloraba
la rosa marchitada.
Alcance a escucharla
me pedía un poco de agua
y la gota que de mi cuerpo emanaba
la salvo la poca vida que le quedaba.
La cogí entre mis manos
la sembré en un prado
que estaba llena de flores
y me dio las gracias con bendiciones.
Cada tarde la regaba
con agua que el cielo me regalaba
a cambio de eso
mis ojos se regocijaban por su belleza.
- Autor: luis enrrique izquierdo aparicio ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2014 a las 10:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 67
Comentarios2
Preciosa poesia. Escribes muy bonito. Felicidades y un abrazo fraternal
Hermoso, profundo, sensual tu poema amigo.
Un gusto siempre el leerte.
Dios te bendiga siempre.
Kavi
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