Qué dulces se oyen los ruidos
y que agrias saben las gotas,
que monótona discusión
mantienen la lluvia y mis memorias
rotas.
Tantas caras húmedas y frías,
tantos parches y gotas oscuras,
tantos detallitos de luz y armonía,
tantos pequeños ruidos en medio de tétricos
aullidos.
La noche puede caber en un cuadro,
el cuadro puede caber en un vocablo.
Lo que es, alguna vez pudo haber sido
y el hubiera es el suicido de lo que no fue.
- Autor: azul cobalto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2014 a las 02:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: Raúl Daniel, Giovanna Castellanos
Comentarios1
Perfecto..
Un placer leerte..
Saludos..
R_D
Muchas Gracias, saludos y nos estamos leyendo.
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