DOS MENDIGOS EN NUEVA YORK

facundo valdez

 

Me vió

y la ví,

tendióme blanca mano

escamosa de tiempo...

turbado sonreí

y hurgó mi mano

en mi saco ceniciento,

palpé una moneda,

se la dí.

Se quedó muy queda

y en sus ojos arrugados

por el alcohol,  hinchados y enfermizos

adiviné las mortecinas luces

de un trágico pasado

que era como  un campo desolado

lleno de pesadas cruces....

Asombrado medité:

¿como el dolor pudo

de un golpe artero y rudo

convertirla en un harapo?

Por verguenza no le dije nada

y es que en el vidrio de una gran vitrina

mi imagen ví reflejada

como jamás la ví,

entonces comprendí

que yó también vestíá del tiempo los harapos..

La abracé entonces con ternura

y nos fuimos caminando calle abajo

como dos niños

que había unido el dolor

y sin decir nada

nos sorprendió la alborada

durmiendo como dos amigos

entre cobijas de papel

en el Central Park de nueva york,

¡al fin y al cabo eramos solo dos mendigos

que sufríamos

¡  las orfandades del MOR !

Ver métrica de este poema
  • Autor: facundo valdéz (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 31 de mayo de 2014 a las 17:57
  • Comentario del autor sobre el poema: son VIVENCIAS de facundo valdéz en sus días de neoyorquino, mucho tiempo atrás, sin embargo fuera del trágico tiempo vivido, perduran los recuerdos hermosos y vivencias que enlazaron a hombres y mujeres no por el vil deseo carnal, si no por la compasión de ayudarse mutuamente en las junglas de cemento de las grandes ciudades.....
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 63
  • Usuarios favoritos de este poema: Raúl Daniel
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios3

  • anbel

    Es muy bonito y tierno tu poema. Despide humanidad. Realmente me ha gustado. Un abrazo.

  • facundo valdez

    gracias por tu comentario, uno puede ser así un jardinero que dá de su agua a la flor de los pensamientos y la hace vivir, y al mismo tiempo el perfume que emana de ella....

  • facundo valdez

    Todos los los que comentais las obras de otros y las admiriais, llegais a ser la sangre y el aliento de esas mismas obras.....gracias Silans y Anbel.



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.