Tenemos inconfundiblemente un reloj natural muerto,
que no se ajusta en el desayuno, ni en la cena.
ni en las horas de fútbol, ni de sus series siniestras,
Tenemos una deuda de cafés,
de crema chantillis entre la boca, que esperan un beso,
tenemos iremediablemente muchas deudas.
deudas de labios muertos, de abrazos vivos,
deudas de lagrimas entre tristeza y alegría,
deudas de vernos.
por lo menos en el almuerzo.
- Autor: alchy (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2014 a las 03:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: la negra rodriguez
Comentarios2
Solo hay quedarle cuerda a tu reloj o cambiarle pilas
bambam
Muy buen poema guayaquileño madrea de poeta, que gusto verte.
besos.
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