CAMINO AL MÁS ALLÁ

Eugenio Sánchez

Mi camino es una estela

pintada de reluciente negrura,

es como una sombra oscura

que se esconde entre la bruma.

 

 Ya estoy en ese camino  sin vuelta,

nadie viaja conmigo,

se quedan  mis mejores  amigos,

se quedan mis piedras, mis cactus, mi río;

se queda  el eucalipto  y el zorzal,

solo mi perro fiel va conmigo,

me  lame las  heridas

y al mirar mi aspecto aúlla de dolor.

 

Todos quedan  viendo mi partida.

Camino  y  cada trecho, respiro

este aire contaminado de amargura,

este aire que no es mío,

pertenece a  alguien, lo tomé prestado.

 

 Caigo y me levanto, estoy perdido,

con los ojos nublados ,

¿a dónde voy?

No lo sé.


La miel  me sabe amarga,

siento frío, en mis huesos,

 no sé si estoy vivo,

 o es mi alma moribunda que  delira,

y estos versos  que rezan mi desgracia

son el bosquejo  de una pesadilla,

o mi anochecer colmado de sinsabores.

 

 Sembré   rosas  y coseché  espinas,

sembré   amor y coseché odio,

sembré afecto  y coseché  desprecio.

 

Deambula   mi alma, maldecida

por la oscuridad  del infortunio

y en mis alucinaciones veo

ramos de  flores sobre mi  ataúd,

abajo dentro de una fosa,

y antes que  arrojen  el ultimo puñado de tierra,

ya me  estan olvidando.


 Quiero que en mi epitafio diga: ”… “,

 Mejor que no diga nada,

 así nadie se molestará en recordarme.

 No estoy resentido, ni triste,

 me voy contento, ¿no ven que   me muerdo

los labios par no reír?

Tengo pena de ustedes, que se quedan,

tendrán que seguir  en esta tierra  ajena.


Cierren  el ataúd, no quiero que me vean,

tengo vergüenza, estoy pálido,

con los ojos cerrados,

con las manos juntas sobre mi pecho

y con algodonases en las fosas nasales;

no quiero  que murmuren de mí,

no quiero que me recen, no quiero nada,

que es bastante lo que me brindaron en vida.


 Cierren  el ataúd,   dejen las luces

con las mariposas  circundando

y las que caen una a una 

serán las que irán  conmigo.


Tomen su café,   ríanse;  yo ya  reí.

No digan que fui bueno, que fui un santo ¿para qué?

No digan nada, en el más  allá seguiremos hablando.


Eugenio Sánchez

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Comentarios +

Comentarios10

  • Graciano Chacon

    Excelente su poema amigo, cuánto cuesta abandonar el terruño de uno.
    Un abrazo

  • Beatriz Blanca

    Cuando uno parte siempre hay alguien que nos siente y nos recuerda, por eso vinimos, para alguien somos importantes si bien muchas veces estamos ciegos y no los vemos.
    Triste muy triste su poema amigo. Un saludo afectuoso.

  • CARMEN

    Mi querido amigo hoy un triste , pero profundo poema quizás en ese viaje sin retorno partamos solos ,pero siempre dejaremos la huella para aquellos que amamos y nos amamos. Nadie muere de vez mientras no se tape con tierra de olvido. Un beso

  • Violeta

    WAOOO ESTO ESTA TRISTEMENTE SENTIDO Y HERMOSO... LO ENTENDÍ NOBLEMENTE...BESOS

  • la negra rodriguez

    El hombre frente a lo insondable de la muerte, siempre asume una actitud profunda y es natural que haya tristeza, pánico y si es posible temor porque no sabemos a ciencia cierta que viene después, en este caso asumes con cierta nostalgia y madurez la presunción de que llega la hora, pero nadie sabe cuando, y hay que tener listo el equipaje. gran poema profundo y bello.
    silvi

  • LIZ ABRIL

    Bello, profundo y triste tu poema Eugenio. El final un poco irónico, como la misma vida y este tipo de despedidas en la que las palabras de ciertas personas están de más.

    Me gustó pero espero que falte mucho para esta hora, así sigues deleitándonos con lo que escribes.

    Un abrazo.

    LIZ

  • alicia perez hernandez

    HERMOSAMENTE TRISTES TUS VERSOS
    BUENO A MAS REALISTA UN DÍA NOS VAMOS A IR
    NO SABEMOS EL DÍA NI LA HORA Y TAL CUAL LO DIBUJAS
    SERA, CUANDO YA NO ESTAS TE VEN TODAS LAS VIRTUDES
    CON MUCHA PROFUNDIDAD HAS PLASMADO ESE MOMENTO
    QUE SIN DUDA LLEGARA. (Toco madera para que falte muuuuuuuuuuuuuuuuchote)
    un beso con abrazos mi bello Eugenio

  • Diluz

    “Sembré rosas y coseché espinas,
    sembré amor y coseché odio,
    sembré afecto y coseché desprecio.”


    Letras cargadas de mucho sentimiento donde la tristeza agudiza en la razón cierta de la propia ausencia, y cuanta nobleza asumir que no ha sido buena la cosecha y es que a veces olvidamos que tan importante como sembrar cosas buenas es elegir la buena tierra para dejar nuestras semillas.
    Cuando la tierra no es buena la hierba mala ahoga la buena semilla así como sucede con la hipocresía humana donde las mejeros intenciones terminan siendo vilipendiadas por quienes salen a la palestra sacando lo peor de si, igualmente siempre será mejor dejar este mundo en paz con Dios y con uno mismo pues seguramente el Padre conoce lo que cada quien siembra.
    Impresionantes letras a modo de elegía.
    Cariños para ti, Poeta.
    Diluz

  • Nuria Madrigal

    Ah pero que linda forma de decir "vivi mi vida, descansare mi muerte"...precioso!!

    Abracitos 🙂

  • santos castro checa

    Jesbac: has pintado una alegoría de las póstumas despedidas ¿qué nos está pasando será que nos estamos despidiendo...?
    Mi alma se conmueve ante la obra de tu ingenio, poeta hermano.



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