No quiero oír murmurios,
no quiero oír lamentos,
no quiero perder el tiempo
escuchando los entuertos.
No quiero presenciar disputas,
no quiero escuchar gritos,
no quiero ocupar la mente
en bajezas ni en delitos.
No quiero hablar en vacío,
prefiero guardar silencio,
no quiero ser parte del hueco
que otros llevan muy adentro.
No quiero vivir en el mundo
que de suciedad se harta,
un mundo que dolorido
de día en día se mata.
No quiero ver la muerte
de pequeñas almas sencillas
que por azares de la vida
nacieron en sitios inertes.
No quiero saber de prejuicios
ni costumbres aberrantes,
escudándose en Dios o en Alá,
dando trato tan denigrante.
No quiero saber tradiciones
que para probar hombría,
sin reflexión, sin miramientos,
sin raciocinio asesinan la vida.
No quiero saber de engaños,
de sentimientos falsos
que trastocan la pureza
del amor con sus agravios.
Solo quiero saber del hombre
que ve el brillo a donde va,
que no se atora en su lascivia,
que lleva luz en el andar.
Solo quiero saber del hombre
que oye las notas del canto,
que se conmueve ante el llanto,
que no juzga a los demás.
Que escucha la tierra, el campo,
en medio de los vaivenes,
que constantemente le mueven
su interior transmutando.
Que atiende a la madre natura
quien le viene presagiando
un mundo de esperanza,
de reconciliación,
de nuevo encanto .
- Autor: Peregrina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2014 a las 12:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 95
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, ADOLFO CESAR MARCELLO, Diluz
Comentarios3
Hermoso poema de grandes deseos, de anhelos, llenos de esperanza. Saludos amiga poetisa, me agrada tu modo de plasmar tus poemas.
Saludos de tu amigo.
Mallito
Gracias estimado amigo, agradezco una vez más tu paso por mis letras. Te deseo una linda semana.
Saludos amistosos de
Peregrina
Muy bueno Peregrino, me gustó.
Un abrazo
Gracias boris, aprecio tu paso por aquí.
Saludos amistosos de
Peregrina
Es verdad Peregrina, realmente no quisiéramos saber de tantas cosas, pero muchas llegan solas sin que la busquemos, pues tristemente el mal se ha esparcido por el mundo, y realmente no quisiéramos saber, desearíamos que no existiera todo eso que ocasiona daño tras daño, y es bueno entonces, y si todos así lo hiciéramos de rechazar lo malo, y poder alentarnos unos con otros para lograr como bien dices “en medio de los vaivenes, que constantemente le mueven su interior transmutando.” Pueda el ser humano construir “un mundo de esperanza, de reconciliación, de nuevo encanto.” Así tal cual lo expresas con mucha fe y amor en tu bello Poema. Ojala así sea que lo podamos conseguir.
Un beso y mi cariño
Diluz
Es siempre un gusto tu paso por mis letras, aprecio y agradezco de verdad tu extenso comentario. La paradoja es que todos quisiéramos lo mejor para cada uno, para el planeta, para los niños, para la naturaleza, etc. etc. y no obstante siempre estamos contribuyendo a lo contrario porque le seguimos el juego a quienes dirigen al mundo. El día que dejemos de ser consumidores indiscriminadamente, que actuemos solidariamente; que nos preocupemos más en nuestro propio crecimiento interior, en velar más por nuestro prójimo, no en tener más y más cosas, tal vez podamos ver algo mejor. Por lo pronto cada uno podemos tratar de alejarnos de lo negativo, que no nos sirve para nada en nuestra lucha cotidiana.
Un abrazo y sinceros saludos amistosos de
Peregrina
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