Ya es inútil gritarte que te extraño
tú ya no estás para escuchar mi grito,
te has marchado a vivir al infinito,
y yo me congelé en este engaño:
Que aunque pasaran días meses y años,
esperaría que ocurra lo inaudito,
y yo decía; amor te necesito,
porque solo sin ti soy un extraño.
Para amar no hay atajos ni sobornos,
y es ley natural en todos los hombres,
aprender de la vida paso a paso.
Y como donde estás ya no hay retorno,
ahora ya no grito más tu nombre,
ni espero que regreses a mis brazos.
- Autor: Manny (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2014 a las 14:57
- Categoría: Reflexión
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