Ante la diplomacia

Hoy prometo ya no escribirte, dejar de pensar en ti, prometo no molestarte, dejarte a un lado de mis sueños y que vivas como siempre lo has sido, libre de mí, porque jamás te tuve y jamás te pertenecí.

Hoy, ante la diplomacia, prometo no volver a pensar en ti.

Y así empiezo con letras que van y vuelven, que no tienen otro fin. Así le doy un adiós a lo que nunca sucedió, a lo que anhele y nunca pudo ser.

Pasaran los días, es cierto, pasaran las horas tan lento que serán agonías de cada recuerdo, que quise nazcan pero jamás nacieron.

Fuiste la sonrisa de mi vida, la razón de un amanecer soleado, la caricia de un nuevo día y el sueño de mis sueños.

Pero hoy, ante la diplomacia de canciones tristes, cartas poéticas, fantasmas del recuerdo, prometo ya no escribirte y que mis letras queden para el viento y se guarden en un baúl de recuerdos, prometo ya no pensarte y que cada pensamiento se vaya lejos, prometo ya no soñarte, y cada sonrisa que provenga de tu imagen naufrague en el olvido de un mar de silencio.