La Dichosa Copa

carlos zitro

Sentado  en un

restaurante lujoso

de lejos ví una mujer

de  belleza espectacular.

 

Sus faciones eran finas,

Una  presencia  divina.

Con  Mirada fija,

distante,  pero sensual.

 

Esta belleza se sentó

a solas en una gran mesa

mirando a la distancia

por una solitaria ventana.

 

Ella estaba muy bien vestida,

 con elegancia, con distinción.

No le quitaba la mirada

a esta hermosa aparición.

 

De la cintura para arriba

Solo se apreciaban sus senos

Cubiertos por una

fina blusa de blanca seda.

 

Hermosa, distinguida

con un perfíl angelical..

Pelo oscuro, pálida tez,

labios sensuales, color carmín.

 

Esta Mujer de pura belleza,

Estaba bebiendo un cocktail

en una copa congelada

con  una sensualidad inigualada.

 

Sus delicados dedos cogían

La dichosa copa por su tallo

Su mano femenina agarraba

Al fuerte fuste, el erecto tallo  

Con una firme delicadeza.

 

Sus sensuales labios

Color de rosa roja

Besaban el cáliz con gran fervor

Mientras su boca tocaba  

El vaso por su grosor

 

La dichosa copa se calentaba

Un cristal lleno de sudor

Estaba hirviendo con

fiebre de sensual amor.

 

Poco a poco esta bella mujer

Besaba, gozaba  esta copa

Poco a poco Tragaba

 su líquido con gran gusto.

 

Cuando el cáliz estaba

exhausto y  vacío

Ella soltó la mano del tallo.

Con una cara satisfecha

Como por dentro diciendio

“me encanta este sabor”

 

Esta bella doncella

Que hasta ahora

Mi Mirada ignoraba

Se levanta de su mesa.

Mirándome a la cara

 con una pícara sonrisa

 

Ahi dejó La dichosa copa

Seca, vacía en la mesa

Ella deja mi cuerpo

Temblando de dolor.

 

Dolor de nunca poder recibir

el sensual calor de sus labios.

Gozar de sus besos de amor

LLenas mi mente de gran dolor

 

Dichosa la copa

que esas preciosas manos

El tallo tocaron

Que esos sensuales labios

Su cristal besaron.

Dichosa la copa.

 

 

 

 

  • Autor: carlos zitro (Offline Offline)
  • Publicado: 4 de junio de 2014 a las 16:05
  • Comentario del autor sobre el poema: A veces se aparecen visiones que nos dejan pasmados. Visiones bellas, sensuales, que nos llenan la mente de imagenes que son imposibles de realizar pero imagenes que nos llenan loa mente y el corazon de ilucion. Un simple acto de beber un cocktail se transforma en un acto seductor, de gran sensualidad.
  • Categoría: Erótico
  • Lecturas: 98
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