De qué le vale la vida, con fortunas y riquezas,
a un hombre que no conozca, de ésta, su belleza,
una sonrisa, un te quiero, un te amo o un abrazo,
de una mujer que te deje ir a soñar a sus brazos.
Que sientas su corazón en su pecho reposado,
y con cada palpitar cantarte enamorado;
eso si es un caudal que no guarda fantasías,
y libera el sentimiento, de pena y melancolía.
Quizás de nostalgia no, eso nace al extrañar,
y mientras más uno ame, más, eso se va a notar;
las fortunas y riquezas no siempre son duraderas,
como un amor que perdura, en una mujer sincera.
Podrán los bienes comprar, sólo cosas materiales,
pero vivir sin amor, es el peor de los males,
yo detesto las fortunas, pisoteo las riquezas,
pero huérfano de amor, vivir, nunca lo quisiera.
Copyright "©" Derechos Reservados 2014
José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita
- Autor: José Miguel Pérez Amézquita (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de junio de 2014 a las 11:05
- Categoría: Amor
- Lecturas: 37
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.