Despiadada figura emergente de mis peores sueños,
buscando la irrebatible manera de huir de tu abismo incierto.
Entre los silencios escucho tu murmullo,
y trato de ignorarte, pero me persigues siempre que huyo;
no sé como evadirme de ese deseo tuyo.
Eternamente adentrado en mi memoria,
sumergiéndote entre mis más oscuros pensamientos,
te alimentas de mi más profundo resentimiento;
es por eso que para mí, siempre serás escoria.
Fantaseando con verte bajo una mugrienta lápida,
donde únicamente tus pensamientos sean tu compañía;
hasta el último mísero recuerdo tuyo destruiría,
saldría victorioso de una turbulenta huída.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.