Incrédula por la carencia de convicción en tus palabras,
quiero saber cómo, ingenua de mí
me dejé arrebatar el corazón, palpitante de energía juvenil.
Quiescente en mis recuerdos,
atenta a aquella pasividad evidente,
viniste a mí, únicamente por mi sensualidad atrayente.
Porque dime, alma ingenua y desdichada
¿acaso dudaste un segundo en dejarme, sola e indefensa,
a orillas de esta amarga y cruda existencia?
Volverás con los ojos vidriosos rogándome,
suplicándome, con altivos aires de certidumbre,
pero solo te diré: "fue demasiado duro salir de mi oscura pesadumbre".
- Autor: Caos. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de junio de 2014 a las 14:40
- Comentario del autor sobre el poema: "Hay ocasiones en las que las vivencias, se transforman en productos del recuerdo; pero nunca debemos olvidar que cuando una puerta se cierra, otra se abre".
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 145
- Usuarios favoritos de este poema: AH, matteo
Comentarios1
que lindos versos... y aunque suplique... ya no jeje.
Saludos,
Muchas gracias!! Así es; todos tenemos oportunidades pero hay que saber aprovecharlas.
Un abrazo; Paula.
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