Fue aquella noche serena donde el lobo,
en la sierra, enmudeció su aullido
porque no quiso romper el silencio
con la tristeza de su sonido.
Allí, voy a cerrar mis ojos y a oler;
tu perfume movido por el levante,
entrará por todos mis sentidos
hasta sentirte como antes.
Voy a cerrar mis ojos y a paladear,
será el sabor de tu piel incólume,
quien aun impreso a mi boca
el hambre de tus besos esfume.
Esta noche, !La más oscura¡
con mis ojos velados y maltrechos,
miraré las sombras de los chopos
creyendo que son tus pechos.
Bajaré con mi pensamiento
por tu figura divina,
paseando en esos pechos,
hasta extaciar en tu vagina.
Porque mientras dure mi vigilia,
estaré en tu cuerpo enredado,
unido a la luz del placer
que siempre me has dado.
Las estrellas inmóviles parpadean,
!claridad, pecado y brillantez¡
serán en el firmamento tus ojos
que arderán con mi desnudez.
En esta atezada bóveda !la noche¡
y suplicando tus caricias excitado,
creeré que el rocío en mi cuerpo
es tu sudor impregnado.
Y será el jadeo de mi lujuria
ese aullido feroz y frustrado,
que el lobo en la madrugada,
no quiso bramar por aliado...
- Autor: poetalibre ( Offline)
- Publicado: 8 de junio de 2014 a las 12:57
- Categoría: Amor
- Lecturas: 81
- Usuarios favoritos de este poema: mariarl
Comentarios4
huy que bello como la quieres hermoso verso
un gran deseo
Gracias..!!!
Excelente expresión versal. Cadencia. y armonía en su consonancia.
Felicitaciones.
Muchas gracias Manuel, reciba usted un cordial saludo.
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