-Nada Es Inmoral

Las palmas susurran al rozarles brisas sin rumbo,
de la liza mana sangre de un inocente y un pelasgo,
los canes dan graznidos y medrosos salen de las mesas que los crían.
Las putas se venden al llegar el sereno 
y a sus cotidianas vidas vuelven al quebrase una aurora.

Nubes siempre pardas, nunca blancas,
el cielo siempre gris y sin azul...

el niño es un pimpollo,
Hermoso, protegido y guarnecido...
Pero en su ataúd.
Porque el mundo le fue injusto 
y por loco plomo sucumbió.

Los ricos son cuervos,
el pordiosero un cadáver en descomposición.
Las iglesias son empresas,
que ultrajan,
Son hienas disfrazadas de tiernos cervatos
que se ríen de la tragedia de un hermano.

Pero nubes siempre pardas, nunca blancas,
El cielo siempre gris y sin azul...

Y mis entrañas palpitan por los demonios que en mi moran,
Son bélicos,
destruyen
Y devoran
Y con una pluma, negra tinta y un pedazo de papel
derrumban a los altivos de sus promontorios,
dejan en ruinas el alcázar y atalaya,
incineran las lenguas infernales que promueven pestes y engaños
y me brindan una paz aciaga, bizarra e inusual...

Pero nubes siempre pardas, nunca blancas,
el cielo siempre gris y sin azul.

Las pupilas me centellan,
agudas y cortantes.
La cólera me envuelve el corazón.

Se despuntan las mañanas,
se agrietan las albas,
sucumben vastos soles bajo el océano anchuroso
y se preparan escenarios a los velos tenebrosos de salpicadas noches celestiales.

Pero el mundo gime igual, 
en la lid mana más sangre,
los perros dan aun más graznidos,
las putas vuelven al sereno

Y las nubes siguen pardas, nunca blancas 
Y el cielo sigue gris y sin azul...

-Roosevelt J. Piña