Había
arena fría y aire seco.
Una mortaja sólida el silencio
y entre sal y piedras, viento
suspiro de paz, amanecida.
Y vino tu luz para azular el cielo,
entibiar la senda, ablandar el pecho
abrazar la vida, florecer el lecho.
Y desmenuzamos la tonta hipocresía
y nos bebimos la razón desvanecida.
- Autor: Parvat ( Offline)
- Publicado: 12 de junio de 2014 a las 09:23
- Comentario del autor sobre el poema: Como te cambia la vida un encuentro...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
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