Defensas, he visto la dura piel de Sigfrido templada en el escudo de un espartano, supe de Heracles y su cobija... el león de Nemea, de la antigua Escocia e Irlanda, de su furia contenía por la muralla de Adriano... Britania, Francia y Maginot, la estepa de los rusos y su general –El invierno- no más frio que el semblante o el rostro inexpresivo de un inglés. Siempre fueron muchas las corazas y laberintos que protegieron a la gente -y a las bestias de la gente- la roca que salvo al hijo -Zeus- de su padre, Creta, Minos, el escudo de Perseo y la entrega de Andrómeda, los ojos que defendían a una de las gorgonas, el vértigo de Ícaro y Dedelao que resguardo -hasta la llegada de Teseo- la vida de Asterión y el enigma de un laberinto menos temible que el Arava y el Sahara. Ahora he decir que la vida no me ofreció ninguna de estas defensas, contra el instante aciago solo puedo hacer lo de esta mañana... escribir, sentarme y sentirme. -Defensas-
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Junior R. Velazquez L.
13/06/2014
- Autor: Junior Rafael Velazquez Leon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de junio de 2014 a las 21:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
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