Mujer, acaso ya está usted besando a otro hombre.
No me quejo, que pena, apenas sabe su nombre…
Yo sé que es usted más que una mujer hermosa,
pero es muy poco lo vivido para que quiera ser esposa.
Y no me parece que después de tan poco tiempo,
ya comparta su casa, su cama y su cuerpo;
aunque es duro, mujer, cuando no se puede olvidar
yo más que nadie lo sé pues no la dejo de amar.
Le pido disculpa, si mis palabras la hieren, mujer,
porque capaz se arrepienta y ya no pueda volver…
Y, es muy triste, lo que usted está haciendo,
besando a otro hombre mientras me sigue queriendo.
Sin embargo, usted es una dama como lo es una rosa,
en una mano desnuda que atrapa una mariposa
y, perdóneme, mujer, por lo que le voy a decir,
pero yo sé que a la noche ya no puede dormir;
porque nuestro amor era único y bien diferente
a lo que usted está sintiendo de manera deprimente.
Hoy no me arrepiento de haberla amado a usted,
por más que haya quitado los cuadros de la pared.
Usted era la estrella y yo era el cielo
ahora solo somos el polvo del suelo.
Y tal vez una noche de llanto y de reclamo
usted recuerde en el corazón lo que tanto amo.
Y aunque me sigan diciendo que es solo mía,
yo cerraré los ojos con una alegría vacía.
Comprenda usted, mujer, que la playa y el mar,
si bien no se puedan unir siempre se van a tocar.
Es por eso que al terminar un día llega otro día,
quién sabe en qué noche usted me ame todavía;
y no mienta, mujer, jurando que le será fiel
porque de verme pasar, jamás le dirá a él.
Acaso, es cierto, lo que dicen de su puerta
que cuando se sienta sola para mí está abierta.
O quizá él no la besa y no le toca la mano,
de la forma que yo lo hacía al terminar el verano.
Sí. Todo es verdad, incluso, lo que no se olvida,
y aunque sea mi amor, será una desconocida.
Sin embargo, mujer, aunque yo no lo digo
todos saben al mirarla que aun sueña conmigo.
Le pido perdón, por lo que estoy diciendo ahora,
pero es que la recuerdo y veo una triste señora;
y lo que estoy diciendo no es para volver a ti,
sino para que usted entienda el amor así.
Espero mujer, que usted pueda ser feliz
y si lee esta carta no recuerde la cicatriz,
pues el amor, es esto y también lo otro,
aunque pase una vida, no olvidaremos un rostro.
Las Mercedes 2012.
- Autor: Las Mercedes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2014 a las 16:30
- Comentario del autor sobre el poema: La Carta Secreta nos narra aquel amor interminable de un hombre que no escapa a las razones del corazón, y de una mujer que en su esfuerzo incalculable intenta en mayor medida mentirse para poder vivir con una paz que atormenta. El amor siempre tiene sus motivos para rompernos por dentro y enseñarnos que muchas veces el amor también vive de lo que no podemos explicar a través de realidades que nos encuentran besando otras bocas, visitando diferentes camas, cambiando las pilas del corazón, recargando los besos con nuevos sabores, y diciéndonos mas allá de todo eso, que el amor perdura en los ojos que nos desvistieron el alma.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 76
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