Queda muy poco de lo que soy. En realidad la muerte ya es comprobable en mi mirada y mi voz pareciera venir de las profundidades de un sepulcro. De lo que tuvo algún valor en mis días sólo queda un verso desamoroso en mi memoria. Escrito inconfesamente para una persona cuyo nombre procuro no mencionar. Y queda también la vaga sensación de haber leído algo importante en los libros de mi recurrida soledad. Me queda un pasado neblinoso lleno de urgencias inútiles que fueron mi vida. Pero pese a todo lo sombrío que implica mirar atrás, hacia esas sombras vanas, pese a ese sentimiento de nulidad y absurdo, me queda la grata sensación de haber amado genuinamente a una mujer y sentir que ese amor justifica mi nombre.
- Autor: Joseph Octavius Moral Lope ( Offline)
- Publicado: 18 de junio de 2014 a las 01:54
- Categoría: Amor
- Lecturas: 24
Comentarios1
Mientras que el corazón palpita y la mente dicte frases maravillosas no debe haber rendimiento.
Saludos y buena salud.
Saludos. Concuerdo plenamente con su comentario, muchas gracias por él. Igualmente buena salud.
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